???? Equilibrio en verano: sin renunciar al disfrute ni a cuidarte

En verano llegan las vacaciones, las terrazas y los planes con amigos. Pero también aparecen los tuppers olvidados, los horarios cambiantes y esa voz interior que dice: “qué importancia tiene ahora, ya me cuido en septiembre”. ¿Te suena?

Yo también pensaba que cuidar la alimentación y disfrutar del verano eran incompatibles. Creía que había que elegir entre el helado o el equilibrio, el chiringuito o la salud.

???? Hasta que descubrí que no hace falta elegir.

Por qué no tienes que decidir entre disfrute y bienestar
Puedes saborear hummus con panecillos crujientes, luego una fruta fresca, y sentirte bien fuera de modo “culpa”. Puedes parar cuando estás satisfecha, o permitirte repetir un poco más sin juzgar. Se trata de integrar placer, disfrute y salud. No se trata de contar calorías ni evitar hidratos; se trata de reconciliarte con la comida, también durante las vacaciones.

Cinco recordatorios para cultivar una relación amable con la comida en verano
1. Come por placer, no por castigo
La comida no es un premio ni una penitencia: es vida. Disfruta sin escalar con mentalidades autorreguladoras.
2. Escucha tu hambre real
¿Es hambre física o emocional? A veces no necesitas comida, sino agua, descanso o presencia. Aprender a distinguir es parte del bienestar.
3. Flexibilidad ante todo
Un estilo saludable no exige perfección. Si comes bien la mayoría del tiempo, ese es un gran logro.
4. Hazlo fácil
Fruta de temporada, ensaladas con legumbres o cereales integrales… sin complicaciones ni horas en la cocina.
5. La alimentación no lo es todo
Tu energía, descanso, estado emocional o relaciones influyen tanto como la comida en cómo te sientes.

Cómo aplicar estos principios en tu verano
Escoge tu “ley del 80/20”: disfruta del helado o de una cena de chiringuito sin culpas, y luego vuelve a comidas ligeras.
Escucha señales reales: haz pausas entre bocados, respira, y decide si quieres seguir o parar.
No te castigues por un desliz: solo retoma la intención al día siguiente, sin culpa.
Incluye fruta de temporada: melón, sandía, cerezas… fáciles, frescas y saciantes.
Cuida también tu descanso y tu estado emocional: una buena noche de sueño suele reconectar tu apetito físico.

???? ¿Y tú? Cuéntame…
¿Cómo te llevas con la comida estos días de verano y planes improvisados? ¿Qué te ayuda a sentirte equilibrada? ¿Qué te pesa o te confunde?
Déjamelo en los comentarios: estoy aquí para escucharte, acompañarte y ayudarte si alguna parte se te atraganta. ????

ABDUL R. DAOU

TU CHEF DE COCINA SALUDABLE